Te contamos por qué debes cambiar tu bañera por una ducha

Reformas

Cambiar la bañera por una ducha es una inversión segura. Y no solo por una cuestión de estética: en comparación con las bañeras, las duchas son más seguras y accesibles (algo interesante cuando en una casa viven personas mayores o con problemas de movilidad), más fáciles de limpiar y nos ayudan a ahorrar agua.

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Cambiar la bañera por una ducha es una inversión segura. Y no solo por una cuestión de estética: en comparación con las bañeras, las duchas son más seguras y accesibles (algo interesante cuando en una casa viven personas mayores o con problemas de movilidad), más fáciles de limpiar y nos ayudan a ahorrar agua.

Los motivos para instalar un plato de ducha son funcionales, económicos y ecológicos. De ahí que cada vez más personas nos pregunten cuánto cuesta hacer esta reforma o qué aspectos deben tener en cuenta a la hora de cambiar su bañera por una ducha.

¿Por qué cambiar la bañera por una ducha?

1. Seguridad. Uno de los principales motivos para quitar la bañera es reducir el riesgo de resbalones y accidentes, lo que se traduce en una mayor seguridad en algo tan cotidiano como nuestro aseo diario.

2. Higiene. Las duchas son más fáciles de limpiar que las bañeras. Incluso existen platos de ducha con tratamientos específicos que reducen la aparición de bacterias, moho o gérmenes.

3. Ahorro de espacio. La ventaja más evidente de cambiar una bañera por una ducha es el ahorro de espacio, que nos permite aprovechar mejor la distribución del baño. Otra ventaja de los platos de ducha es que pueden adaptarse prácticamente a cualquier tipo de baño.

4. Facilidad de acceso. Las duchas eliminan las barreras arquitectónicas. Son ideales para personas mayores o con movilidad reducida, porque facilitan la entrada y la salida. Además, en una ducha es más sencillo colocar ayudas técnicas como barras de sujeción o sillas de ducha.

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5. Comodidad. No podemos negar que, si cambias una bañera por un plato de ducha, ganarás en comodidad: puedes instalar una columna con múltiples opciones para que tus duchas sean más relajantes y confortables.


6. Diseño. Si lo que te preocupa es el diseño, en el mercado existe un amplio abanico de platos de ducha, de mamparas y de griferías que te ayudarán a que tu baño tenga un estilo clásico o vanguardista, según tus gustos. No lo dudes: con la combinación adecuada de ducha y mampara, conseguirás resultados atractivos, estéticos y elegantes.

7. Ahorro de agua. Aunque darse un baño es todo un lujo, en nuestro día a día es mucho más práctico ducharse, sobre todo si eres de las personas que valoran su tiempo. Además, duchándote ahorrarás un 35% de agua. Según la OCU, si instalas en el grifo un dispositivo para reducir caudal, el ahorro puede alcanzar el 79%.

8. Rapidez. Hay quien piensa que cambiar la bañera por una ducha supone una gran inversión o una importante reforma que durará mucho tiempo, con los inconvenientes que esto supone. Pero nada más lejos de la realidad: sustituir la bañera por un plato de ducha es rápido y en apenas 24-48 horas disfrutarás de todos los beneficios de este cambio.

¿Qué debo tener en cuenta para cambiar la bañera por un plato de ducha?

Cambiar la bañera por un plato de ducha tiene muchas ventajas, pero debes valorar algunas cuestiones para que la decisión sea un éxito.

Por ejemplo, es fundamental elegir una mampara con la que realmente ganes espacio en tu baño, y que te definas bien su apertura (con una hoja, con las dos, lateral, etc.). También conviene que selecciones la medida correcta para tu plato de ducha (existen muchos tamaños), y que su superficie sea antideslizante.

Además del plato de ducha, debes dedicar tiempo a elegir otros elementos, como la columna de ducha o las griferías termostáticas, que no solo te ayudan a controlar la temperatura y el caudal, sino que también te ayudarán a ahorrar en tus facturas de agua.

Otros aspectos que debes tener en cuenta para elegir un plato de ducha para tu baño son:

Tipo de instalación

Según su instalación, los platos de ducha pueden ser:

  • Sobrepuestos. Se instalan de manera rápida y eficaz. Su principal inconveniente es que su acceso supone un escalón de más de 5 cm de altura.

 

  • Extraplanos. Requieren una superficie plana y evacuación vertical para instalarse. Se colocan directamente en el suelo y el escalón para su acceso es inferior a 5 cm.

 

  • Encastrados. Únicamente necesitan un sifón empotrado vertical. Se consideran una buena alternativa en reformas integrales de baños y en viviendas de nueva construcción.

 

  • De obra. Los platos de ducha con suelo cerámico ofrecen acceso a ras de suelo. Pueden combinarse con los azulejos del baño y se consideran el tipo de ducha más accesible.

Material

En el mercado encontrarás platos de ducha de muchos materiales. Los más importantes son el gres esmaltado, la piedra natural, la resina o la teca. Elegir un material u otro depende de muchos factores, ya que cada uno de ellos tiene una resistencia y una dureza.

¿Quieres cambiar tu bañera por un plato de ducha? ¿Buscas un presupuesto ajustado y personalizado? Somos profesionales de las reformas en Valencia, y te asesoraremos para que tomes la mejor decisión.